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Arquitectos: Di Frenna Arquitectos
- Área: 401 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Lorena Darquea
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Proveedores: Adobe, AutoDesk, Bruno Cocinas, Chaos Group, El Roblito Carpintería, Estevez, Hidrosoluciones, Holcim, Legrand / Bticino, Lumion, Pasa, TRAMEVI, Trimble Navigation
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Alejandro Rangel Hidalgo, marcó la pauta en el arte y artesanías de Colima. El artista residió durante muchos años en la hacienda de Nogueras, anteriormente utilizada para la producción azucarera y patrimonio adquirido por su familia en los años 40 's. El proyecto Espacio Kaab rinde honor a este recinto y el impacto del oficio del artesano mismo. El entendimiento va desde orientar vistas hacia el inmueble como un gesto poético del orgullo colimote hasta rescatar técnicas y materialidad antiguamente utilizados en este complejo.
El entorno en el terreno se regodea al volverse un momento mágico, una pausa que se enriquece con vegetación seca, árida, cactuses, piedras y tierra que hacen sentir en una burbuja que abraza y contrasta con el resto de la colorida paleta floral del sitio. Recorrer la zona implica introducirse en un ecosistema único. Árboles de primavera, parotas, tamarindos, y una magnífica vista hacía el río La Barragana acompañan a sentir el clima subhúmedo característico mientras se explora la hacienda de Nogueras con su originales y distintivas, capilla y chacuaco.
Modular y desprender el programa arquitectónico es la solución espacial que el propio terreno pedía. Respetar la topografía, adaptarse y acoplarse es la manera en que el contexto recibe, envuelve la residencia, y de forma ingenua determina el corazón del proyecto; un gigantesco cactus órgano rodeado de árboles de tamarindo, herencia del mismo lote. A cambio este último regala al usuario: patios, jardines contenidos y vistas singulares hacia el río y la cañada que con la variedad de alturas propuestas suscitan diferentes sensaciones según se recorra la casa.
El concepto principal fue generar espacios en donde el límite entre el exterior y el interior se difumina, donde las gamas y colores del contexto se integran a los matices del edificio, donde los habitantes pueden recorrer descalzos la selección premeditada de un mismo piso natural de piedra sin distinguir estar adentro o afuera y deleitarse con la fenomenología que la materialidad despierta en sus cinco sentidos. Buscar la percepción de la casa como un volumen que se extruye de la tierra, mantener tonalidades crudas, imperceptibles, respetuosas con el terreno; dio pie a la selección de materiales originarios de Comala. Muros de tapial, que utilizan la antigua técnica de tierra compactada, son acentos que dotan de carácter espacios específicos del proyecto. Optar por palma y piedra del río, plafones de carrizo, e implementar herrería en los elementos necesarios son un acto de conexión que trasciende al terreno y a la mano de obra artesanal impulsada por Rangel; acoplándose a nuevas técnicas y soluciones estructurales innovadoras. En consecuencia, aludiendo al artesano, la experiencia de vivir esta casa se enriquece con la honestidad del estado natural en los materiales.
Es fundamental referir a los muros de contención, necesarios para la armonización entre los módulos y el terreno, ejes marcados y pesados que dotaron de recovecos y espacios de contemplación el recorrido de la casa. De esta forma el proyecto deja entrever la habitual casa mexicana; beneficiándose de patios, de sorpresas, y de pausas que se unifican a referencias de una evidente arquitectura japonesa; integrando vigas que se desplazan con un ritmo impecable a través de los diferentes volúmenes de la casa y que contribuyen a la intención de generar espacios abiertos con perspectivas que nacen desde el interior de la construcción.
Las premisas principales del proyecto fueron constantes durante todas sus etapas de evolución, y de esta manera se llevaron a cada rincón, a cada elemento desde la distribución y el emplazamiento de los volúmenes hasta el diseño interior que vistió para dar el toque final a la casa. Muebles que gratifican texturas y olores utilizando piedras y maderas en su más cercano estado de pureza, acompañados de iluminación indirecta y perfectamente destacada, insisten en la identidad que distingue al más reciente vecino de la hacienda de Nogueras.